Descubra La ciudad termal
Ubicada a 550m de altitud, Bagnères de Bigorre se encuentra en una zona verde protegida en el corazón de la Bigorre en los Altos Pirineos. Su ubicación, entre llanura y montaña, le confiere una calidad paisajística y natural muy particular.
El entorno
En la base de los Pirineos
El entorno, compuesto por un pie arbolado, pequeños valles vivos, zonas de alta montaña, ríos y lagos, es un paraíso para los amantes de las actividades al aire libre.
Muy dinámica, la ciudad ha sabido preservar las riquezas de su pasado: un sello arquitectónico, una vida cultural abundante, tradiciones artesanales y gastronómicas arraigadas.
Acércate cada sábado por la mañana al mercado que se despliega entre las Termas y las Allées des Coustous para descubrir a los artesanos y productores locales.
Actividades para todos
Visitas, senderismo, ciclismo, esquí...
Tierra de bicicletas con sus míticos puertos de montaña Aspin y Tourmalet, Bagnères de Bigorre es un campo de juego para los ciclistas aficionados y experimentados.
Esquiar es también la otra actividad reina, con la estación del Grand Tourmalet (La Mongie), la zona esquiable más grande de los Pirineos franceses.
Lugares emblemáticos
El Pic du Midi, accesible en teleférico desde la Mongie, ofrece una vista panorámica excepcional de las cumbres pirenaicas y alberga un observatorio astronómico abierto al público.
Payolle y su lago, apodado el Pequeño Canadá, es un lugar mágico en cualquier estación con su lago rodeado de espléndidos bosques de abetos y grandes mesetas.
Historia y arquitectura
Su historia y vida intelectual, fuertemente ligada al desarrollo del termalismo, son también de gran interés.
Bagnères de Bigorre tiene un rico pasado que se descubre paseando por sus calles. Su centro urbano es una mezcla armoniosa de arquitectura antigua y moderna, con casas de entramado de madera, plazas pintorescas y edificios que datan de hace siglos.
Entre los monumentos imprescindibles se encuentran la iglesia de Saint-Vincent o la tour des Jacobins.
Alta en colores, con una belleza renovada en cada estación, la estación seduce por la riqueza de los paisajes, su historia, su patrimonio, y por supuesto sus aguas termales naturalmente cálidas.
